miércoles, 20 de marzo de 2013

LOS POSTERGADOS I: WATERWORLD

Estreno sección, y si no pasa nada ―traducción: si me voy acordando―, me gustaría que "Los postergados" se convierta en un espacio periódico en este blog, en el cual romper lanzas, en forma de enumeración de razones, a favor de películas mayoritariamente aborrecidas o vapuleadas por crítica y público, pero que por alguna razón a mí me gustan, y no en un un sentido irónico.
Y creo que un filme digno de inaugurar esta sección es Waterworld (Kevin Reynolds, 1995), una película que ha sido vilipendiada hasta la saciedad, a mi entender de forma injusta ―no es para tanto, y que fue un tremendo varapalo para el pobre Kevin Costner, que a partir de aquí ya prácticamente no levantó cabeza.
Creo que en realidad hay también una ingente cantidad de aficionados que en el fondo de su corazón sí aprecian Waterworld, e incluso la tienen clasificada en el metafórico ventrículo emocional de "clásicos modernos" al igual que yo, pues nos ha ofrecido cuantiosas horas de fantástica evasión a lo largo de sus numerosas reposiciones televisivas; y cuando crecimos y nos dimos cuenta de que no era una maravilla de película ―aunque no tan mala como se dice, ni si quiera mala per se, solo un producto de puro entretenimiento― ya era demasiado tarde.
Sea como fuere, creo que Waterworld merece ser salvada de la quema a la que siempre se le ha  condenado, así que hay van las 5 razones por las que Waterworld mola:

1-Mutante
Ese ictio sapiens anónimo interpretado por el señor Costner es uno de los grandes atractivos de la película  y es que los mutantes o híbridos siempre dan sustancia a una historia. Además, en este caso en concreto ¿quién no ha querido alguna vez ser como el mutante de Waterworld y poder respirar bajo el agua?

2-Futuro postapocalítpico
La historia transcurre en un tipo de ambientación que siempre ha fascinado al ser humano, quizá porque en el fondo todos sabemos que tarde o temprano llegará una hecatombe mundial ―sea del tipo que sea― y anhelamos que al menos haya un después.

3-Monstruo marino
Sale poco, pero sale. Un monstruo marino ¿Eso no mola?¿Hay que dar más explicaciones?

4-Malos de cómic
Por alguna razón, ciertos críticos pusieron el acento en que los "Smokers" eran unos villanos demasiado caricaturescos y esa era una de las grandes razones que daban al traste con la película. En mi humilde opinión, no puedo estar más en desacuerdo, y es que los "Smokers", encabezados por Dennis Hopper como "el Diácono", tienen un gran carisma como malos de la película, y es precisamente en su caricaturización donde reside gran parte de ese encanto. 

5-Explosiones
Unos buenos zambombazos siempre animan el asunto ―esto bien lo sabe Michae, Bay, que casi podría decirse que enarbola su discurso cinematográfico con las explosiones como eje argumental― y los que Waterworld nos brinda, sobre todo en su tramo final, son una verdadera gozada detonante.




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